Lex Scripta Noviembre 2019 | Page 26

CASOS SERVIDORES DE LA SALUD SE NIEGAN A CUMPLIR LA LEY Por: Ayelén Arreola “Está claro que en la mayoría de países de Latinoamérica la vida de las mujeres tiene poco valor o ninguno” –Morena Herrera, activista y miembro de la Agrupación por la Despenalización del Aborto en El Salvador. Según cálculos del gobierno federal, en lo que va del año, las denuncias por abuso sexual aumentaron un 30.1% con respecto a 2018; los ministerios públicos han abierto 22,749 carpetas por delitos sexuales contra la mujer. Además, según datos del Comité de Violencia Sexual de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, 40% de los casos de violación sexual son a menores de 15 años. Entre finales de 2012 y 2017, las instituciones de salud pública, de un repertorio de miles de denuncias anuales, han realizado apenas 137 abortos a víctimas de violación. En redes sociales se extiende el movimiento #metoo, en donde miles de mujeres denuncian casos de esta índole y gracias al cual ha habido un repunte en las denuncias por abuso y acoso sexual en el Sistema Nacional de Seguridad Pública (López, 2019). Según un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el embarazo producto de una violación es una continuidad del abuso que le dio origen; si fue contado o fue silenciado, puede estar rodeado de ocultamiento y 24