Lex Scripta Abril 2020 | Page 30

otros pudieran haber sido los “chivos expiatorios” del Coronavirus ni se puede afirmar que tenían que ser los chinos obligatoriamente, sí se puede decir que existe más de un motivo que contribuyó a generar el odio que se desató hacia ellos ante esta crisis. Para empezar, China es un país que se desarrolló en su mayor parte en el aislamiento y lejos del predominante mundo occidental. Así, el encuentro con sus costumbres, su gente y su cultura, incluida la cocina que contiene el consumo de animales exóticos y domésticos, donde es posible que se encuentre el origen de la pandemia, implica un sentimiento de enajenación al conocer algo tan diferente de lo occidental. Además se considera que China se está convirtiendo en una superpotencia mundial tanto en el ámbito económico como en el político. Esto se ve reflejado también en su mano de obra barata, la cual hace que sea el país con mayor manufactura y que muchos trabajos que podrían hacerse localmente, sean enviados a China para su producción. Adicionalmente, en los deportes, ciencias, negocios, artes y prácticamente en cualquier actividad, suelen destacar pues están altamente preparados al grado que existe la creencia de que “cualquier cosa que hagas bien, siempre habrá un chino que lo hará mejor”. Por esta misma razón, en muchas ocasiones las mejores universidades del mundo o las mejores plazas en diferentes ámbitos son ocupadas por personas de origen chino y las demás nacionalidades han generado resentimiento hacia ellos. Finalmente, el gobierno de este país es altamente represivo y ante el brote del Coronavirus es su inicio no advirtió al resto del mundo de este terrible virus que puede provocar hasta la muerte, lo cual pudo haber evitado la pandemia. Todos estos factores son agravantes 28