Lex Scripta Abril 2020 | Page 20

rculo vicioso, ya que las malas condiciones de vida crean una mala salud, y si se tiene una mala salud es más difícil cambiar o mejorar la situación económica. “En una investigación de la Universidad Libre de Ámsterdam (New York Times), encontraron que: las personas nacidas en plena recesión se encuentran en mayor riesgo de sufrir problemas cardíacos más adelante en la vida y viven en promedio 15 meses menos que los nacidos en mejores condiciones políticas y económicas. Los bebés y los niños de los hogares de escasos recursos padecen más en una recesión debido a que sus familias no tienen acceso a una buena atención médica.” (El Financiero, 2017). A la hora de hablar de inequidad en salud, se tienen que tomar en cuenta no solos los aspectos ya mencionados, sino también los hábitos. Estos dos factores van de la mano y pueden poner en riesgo la salud de las personas. El estilo de vida de cada individuo está directamente relacionado con el nivel de calidad que tenga su salud. Los malos hábitos de nutrición pueden llevar a alguien a tener enfermedades como obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, tabaquismo, alcoholismo, entre otros. Como consecuencia se vuelve más difícil encontrar y mantener un trabajo bien remunerado si se tiene alguna de estas enfermedades crónicas. Las personas que tienen bajo nivel socioeconómico, por lo general tienden a tener menor acceso y calidad de educación. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, se ha dedicado a realizar estudios e investigaciones sobre este tema. En el resultado de el estudio llamado Health for Everyone? Social Inqualities in health and health systems (OECD, 2019), se estudiaron todos los factores mencionados en 33 países al rededor del mundo y entre los resultados, concluyeron lo siguiente: “1. Las tasas de tabaquismo son dos veces más altas para las personas con un nivel educativo más bajo en comparación con aquellas con niveles de educación terciaria. 2. El sobrepeso y la obesidad también son un problema mayor para quienes tienen un nivel educativo más bajo, especialmente en mujeres. Una de cada dos mujeres con educación inferior tiene sobrepeso u obesidad, en comparación con una de cada tres con título universitario. 3. Es menos probable que una persona con bajos ingresos, y con el mismo nivel de necesidades de atención médica que una persona con altos recursos económicos, vea a un medico especialista.” En los países tomados en cuenta para realizar este estudio, la población 18