¿Queremos ser mejores alumnos? Vamos entonces a ser mejores personas. Vivamos honestamente, asimilando la virtud como pilar de nuestras vidas y de nuestras decisiones. Evitemos dañar a otros, porque nuestra obligación profesional es cuidar de manera cotidiana que no se cometan injusticias, y que las injusticias cometidas sean reparadas; incluso diría algún griego que lo único peor que sufrir una injusticia es cometerla. Finalmente, demos a cada uno lo suyo, entendiendo esto último más allá de una noción de justicia distributiva, planteándolo como una idea de justicia definitiva, revestida de una verdadera garantía de igualdad.
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LIC. RODRIGO MÁRQUEZ JIMENEZ.
ebemos ser eternos alumnos. Dejamos de serlo cuando cesamos de estudiar, perdiendo de vista que si estudiamos nunca dejamos de aprender. Entre todos los estudiantes, los que nos dedicamos al Derecho tenemos un privilegio: en las aulas, directa o indirectamente, se nos enseña la clave de la vida, la regla de oro,que es lo que nos permite encontrar la felicidad y procurarla parael prójimo.Esa clave es la triada
magnífica, la santísima trinidad del Derecho: honeste vivere, alterumnon laedere, suumcuique
tribuere.
pROFESOR DEL SEMESTRE
¿CÓMO SER MEJORES ALUMNOS?
Asimilemos nuestra posición de eternos alumnos. Leamos acerca de la vida que se reviste de cultura, es la vida donde aquélla se crea, porque el Derecho es realidad, es humanidad, no es teoría ni ley. Ser alumnos de Derecho se traduce en tener entre nuestras manos las herramientas para discernir entre lo bueno y lo
malo, lo justo y lo injusto, a la luz de cada caso concreto, éste circundado por condiciones de modo, tiempo y lugar irrepetibles. Siempre habremos de encontrar la solución más justa posible, pues es esa nuestra extenuante misión. Por eso memoriza lo que puedas, pero entiende loque debes, pues la memoria es para repetir, mientras que la inteligencia es para razonar.