LETRINA
Número 8
Septiembre 2016
antes de darte un juicio más definitivo”.
En ese mismo instante, pero al otro extremo de la ciudad, Jeremías perdía
el tiempo en internet mientras esperaba ansiosamente el veredicto de
Valeria. Tan pronto llegó el mensaje, se apresuró a responder.
“Ok, entiendo”.
Y tras una breve pausa.
“¿Por qué no nos reunimos mañana sábado a tomar un café y me platicas
con calma tu lectura del texto?”.
Valeria tardó varios minutos (que a Jeremías le parecieron horas) en
redactar su réplica.
“Bueno, me le late la idea”.
“Perfecto, paso por ti a las cinco”, tecleó Jeremías sintiendo como la
sangre se le trepaba a la cabeza.
“Ok”, fue lo último que escribió la muchacha.
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