LETRINA
Número 8
Septiembre 2016
manera de no volverlo a molestar.
necesidad de callarlo y para eso
La única pista que me dio fue que
necesitaba una verdad.
buscara
el
timbre,
pero
pinche
timbre no lo veía. Ahí me dieron
- Me gustas -acepté en seco y a
ganas de llorar.
él le gustó mi declaración. Dejó
- Híjole, Ana, perdóname -al decir
de gritar hacia la ventana.
esto
- Eres muy guapa, corazón.
lo
sentí
apenado-.
verdaderamente
¿Sabes?
Ayer
pasamos
riendo
de
ninguno
de
amigos
timbre,
mis
así
él
nos
la
- Espero que... -iba a decirlo
porque
pero luego pensé que si volvía a
vio
el
tocar el tema del vecino, volvería
que
todos
se
a gritar en la calle.
le
tocaron
su
- ¿Qué?
puerta, pero luego tú llegas de
- Nada.
madrugada
- Sólo dilo.
equivocaron
y
en
domingo...
Y
lo
remataste.
- Espero que el vecino no te haya
- Ay, no, ¿en serio?
escuchado.
- Sí, pobre pendejo. -Luego hizo
- ¡Vecino! ¡Ya llegó el amor de...
una pausa que le cambió la facción
y
comenzó
a
gritar
hacia
la
ventana del vecino-. ¡Vecino! -Yo
Le tapé la boca.
- Ya, ya no sigas...
quería que me tragara la tierra...
¡Qué estaba haciendo!- ¡Vecino!,
Me
reí
de
nervios,
me
hizo
¡ya está aquí el amor de mi vida!
cosquillas y empezamos a jugar con
las manos y el cuerpo. En eso dije
El vecino no se asomaba, pero sólo
con tanta naturalidad:
pensar que a lo mejor lo escuchaba
me sonrojó, éramos tan diferentes
-¡Ey!
¡
Hay
que
al menos en eso. Yo con mis miedos
quiero coger hoy!
parar
que
no
sociales y él tan desenvuelto como
si el mundo no le importara...
Nos dio tanta risa que a él se le
¡Carajo, y a mí me afectaba tanto!
salió un moco.
Me vio tan perturbada que esto de
Recuerdo
gritarle al vecino lo divertía,
vimos
así que me vi en la imperiosa
siguiendo su trayectoria hasta su
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perfectamente
volar
en
cámara
que
lo
lenta