LETRINA LETRINA # 10 Noviembre - diciembre 2013 | Page 24
Calavera del Interno y la Residente
Era un joven interno
que en el hospital estaba
viendo a los pacientes que le llamaban
y a su mandona residente, quien le molestaba
Era tal su situación, una sobreexplotación,
que cuando por el pasillo estaba
una sorpresa se llevó
"¡Amado mío!", escuchó,
una voz tétrica le paralizó
el estetoscopio se cayó
cuando a la muerte vio
"Matasanos, mi amigo", la huesuda le expresó,
y el pobre interno solo se hincó.
"¿Acaso daño le haré
al más grande socio, que he de conocer?"
Con un poco de valor, el interno respondió:
"No sé si vengas por mí, pero de aquí no me voy a ir".
Una carcajada la huesuda echó
"¿Venir por ti?, ¡por favor!", la muerte exclamó.
"Es a todo el hospital, al que me quiero llevar,
Y sólo te pido a ti, que me quieras ayudar".
El interno se incorporó, y con temor a la calaca expresó:
"Está bien si a todos te quieres llevar,
pero primero, a la residente debes de quitar;
Es que la doctora es una tipa exigente
que cuando quiere, me deja hasta las nueve
y si algo no le gusta, hasta el día siguiente".
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"¡Excelente!" felizmente exclamó,
"si primero quieres eso
a tu residente conmigo me llevo
luego me ayudas con el resto".