wey! Obvio a la vieja le llegó el olor.
¿Qué putas hiciste?Y re¿Por qué apesta tan culero? ¡¿Pues trocede
hacia
al
pasillo
qué mamadas est…- la voz se le corta y tose de asco- …estás haciendo? Se suelta a llorar. Yo trato de
componerme un poco y le digo:
¡No entres! En serio, te vas arrepentir
Pe… perdóname, lo siento mucho, tra¡Salte pendejo! ¡Salte o me meto té de aguantarme pero…- En chinga
a sacarte hijo de la Chingada! la levantó la furia de nuevo y con la
cara entre verde de las nauseas y roja
Le ruego que no lo haga, pero no del coraje, me gritó que limpiará mi
me hace caso. Pierde la pacien- desmadre o iba a llamar a la policía.
cia y abre la puerta. La escena la
deja tiesa con el hocico colgando. Ya qué más hacía. Se va y me deja solo.
Todavía encuerado, arranco papel y levanYo ahí encuerado en la regadera con to el mojón del suelo y los que dejé en la
el pito semi erecto, con residuos de regadera (Firmes y sencillitos de levantar
caca en el culo, parado en un charco los cabrones, como de comercial de Pedicafé con mis dos vástagos medio di- gree. Pero duros de roer los hijos de su
sueltos en su regadera, más la mierda pinche padre) y los tiro a la taza. Luego
embarrada en la taza y a un lado de procedo a limpiar los pisos con agua, jabón
ésta; y el piso frente a la taza todo y un chingo de papel, tras haber llenado el
miado. Y qué decir del pinche hornazo bote de la basura, arrojo el papel también
del consomé de mierda en esta esce- al escusado. Luego agarro un desodoranna. La chamaca sólo reaccionó cuan- te para baño que había sobre el tanque,
do el petatazo se le coló tanto por la y lo rocío en la regadera, en la taza y por
boca como por la nariz, y el reflejo todo el baño. Cuando termino de limpiar,
del vómito (lo único que faltaba en me limpio el culo (quizá debí haberlo heel cuadro) se le vino de inmediato, se cho antes) y le jalo a la taza. ¡Oh! ¡No
tapó la boca y la nariz con la mano. me chingues! El chingo de mierda y el
Yo, ¡no mamen!, todo tembeleque y rollo entero de papel taparon el retrete…
muerto de la pena. Tras recuperarse ¡que se viene el pinche Diluvio Unifecal!
un momento, con la voz entrecortada:
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