En este segundo curso lo que
queremos es contemplar, escuchar,
acompañar, apasionarse, ser
compasivo, tomar aliento… pero a la
vez movilizarse, actuar, luchar por la
justicia, comprometerse con la
realidad, con la gente, con la vida. Es
decir: ACTUAR,
COMPROMETERTE, PREFERIR
LO MEJOR PARA CADA UNO.
Una tensión que se nos invita a
vivir en nuestro día a día, en lo
cotidiano, en la vida, en nuestro
sufrimiento y en el ajeno, en la parada
del metro y en la consulta del médico,
en la cola de la pescadería y en
nuestra iglesia, en nuestro trabajo
estresante y en las horas de ocio…en
todo lo que vivamos…
Hay que actuar… la tierra y las
personas te esperan.