Leemos el camino segundo A Los chicos leemos El camino versión 2 B con introd | Page 180

La Guindilla menor se levantó sin decir nada, se arregló y marchó con su hermana a oír la primera amonestación 647 . De regreso, ya en casa, Lola dijo: —Anímate, hermana, tú serás mi madrina de boda. Y, efectivamente, la Guindilla menor hizo de madrina de boda. Todo ello sin rechistar. A los pocos meses de casada, la Guindilla mayor, extrañada de la sumisión y mudez de Irene, mandó llamar a don Ricardo, el médico. —Esta chica ha sufrido una impresión excesiva. No razona. De todos modos no es peligrosa. Su trastorno no da muestra alguna de violencia —dijo el médico. Luego le recetó unas inyecciones y se marchó. La Guindilla mayor se puso a llorar acongojada 648 . Pero a Daniel, el Mochuelo, nada de esto le causó sorpresa. Empezaba a darse cuenta de que la vida es pródiga en hechos que antes de acontecer parecen inverosímiles 649 y luego, cuando sobrevienen, se percata uno de que no tienen nada de inextricables 650 ni de sorprendentes. Son tan naturales como que el sol asome cada mañana, o como la lluvia, o como la noche, o como el viento. Él siguió la marcha de las relaciones de la Guindilla y Quino, el Manco, por la Uca—uca. Fue un hecho curioso que tan pronto conoció estas relaciones, sintió que se desvanecía totalmente su vieja aversión por la chiquilla. Y en su lugar brotaba como un vago impulso de compasión. 647 Notificación pública que se hace en la iglesia de los nombres de quienes se vana casar u orde nar , a fin de que , si alguien supiere algún impedimento , lo denuncie 648 649 650 Afectado por una honda pesadumbre , angustia o padecimiento . . Que no es verosímil Que no se puede desenredar , muy intrincado y confuso . 180