Leemos el camino segundo A Los chicos leemos El camino versión 2 B con introd | Page 131

—¿De las de la caja o de las que ha tocado el gato? —De las que ha tocado el gato —respondían ellos, invariablemente. Las que "había tocado el gato" eran las muestras del escaparate y, de éstas, la Guindilla mayor daba cuatro por un real, y dos, por el mismo precio, de las de la caja. A ellos no les importaba mucho que las galletas estuvieran tocadas por el gato. En ocasiones estaban algo más que tocadas por el gato, pero tampoco en esos casos les importaba demasiado. Siempre, en cualesquiera condiciones, serían preferibles cuatro galletas que dos. En lo concerniente 512 a la lupa, fue Germán, el Tiñoso, quien la llevó a la escuela una mañana de primavera. Su padre la guardaba en el taller para examinar el calzado, pero Andrés, "el hombre que de perfil no se le ve", apenas la utilizaba porque tenía buena vista. La hubiera usado si las lupas poseyeran la virtud de levantar un poco las sayas 513 de las mujeres, pero lo que él decía: "Para ver las pantorrillas más gordas y accidentadas de lo que realmente son, no vale la pena emplear artefactos 514 ". Con la lupa de Germán, el Tiñoso, hicieron aquella mañana toda clase de experiencias. Roque, el Moñigo, y Daniel, el Mochuelo, encendieron, concentrando con ella los rayos de sol, dos defectuosos pitillos de follaje de patata. Después se analizaron minuciosamente las cicatrices que, agrandadas por el grueso del cristal, asumían una topografía irregular y monstruosa. Luego, se miraron los ojos, la lengua y las orejas y, por último, se cansaron de la lupa y de las extrañas imágenes que ella provocaba. 512 Concerniente: Atañer , afectar , interesar 513 Sayas: Vestidura talar antigua , especie de túnica , que usaban los hombres . Artefacto:Objeto , especialmente una máquina o un aparato , construido con una cierta técnica para un determinado fin 514 131