Leemos el camino segundo A Los chicos leemos El camino versión 2 B con introd | Page 125

en su misma saciedad 488 . "Dios mío —pensaba el Mochuelo—, esto es más de lo que yo había imaginado", y se puso rígido y como acartonado e insensible cuando ella le acarició con su fina mano el cogote y le preguntó suavemente: —¿Tú de quién eres? Tartamudeó el Mochuelo, en un forcejeo desmedido 489 con los nervios: —De... del quesero. —¿De Salvador? Bajó la cabeza, asintiendo. Intuyó que ella sonreía. El fino contacto de su piel en la nuca le hizo sospechar que la Mica tenía también cutis en las palmas de las manos. Se divisaba ya el campanario de la iglesia entre la fronda. —¿Querrás subirme un par de quesos de nata luego, a la tarde? —dijo la Mica. Daniel, el Mochuelo, tornó a asentir mecánicamente con la cabeza, incapaz de articular palabra. Durante la misa no supo de qué lado le daba el aire y por dos veces se santiguó extemporáneamente 490 , mientras Ángel, el cabo de la Guardia Civil, se reía convulsivamente a su lado, cubriéndose el rostro con el tricornio 491 , de su desorientación. Al anochecer se puso el traje nuevo, se peinó con cuidado, se lavó las rodillas y se marchó a casa del Indiano a llevar los quesos. Daniel, el Mochuelo, se maravilló ante el lujo inusitado de la vivienda de la Mica. Todos los muebles brillaban y su superficie era lisa y suave, como si también ellos tuvieran cutis. Al aparecer la Mica, el Mochuelo perdió el poco aplomo 492 almacenado durante el 488 Saciedad: Satisfacción completa del deseo de algo . 489 Desmedido: Desproporcionado , falto de medida , que no tiene término 490 Extemporáneamente: Impropio del tiempo en que sucede o se hace . 491 Tricornio: Miembro de la Guardia Civil . 492 Aplomo: Gravedad , serenidad , circunspección . 125