INTRODUCCIÓN
El hombre siempre ha querido dejar su huella en el tiempo, por eso, los diversos sucesos
que han marcado la historia de la humanidad no solo han repercutido en ámbitos sociales,
económicos o políticos sino también en lo cultural. Ejemplo de ello, los diversos movimientos
literarios que se han dado a la par desde la civilización griega hasta la actualidad, siendo el
Neoclasicismo uno de los más marcados por la fusión del renacer del conocimiento a través de los
ideales grecolatinos y los de la Ilustración, desarrollándose en la proclamación independentista de
los países Hispanoamericanos y dando paso al famoso Romanticismo.
El Neoclasicismo brilló mucho porque introdujo las letras en la población, ya que su fin
primordial era lo educativo, por eso, sus principales personajes fueron aquellos que pudieron tener
acceso al conocimiento en Europa o en las primeras aulas de clases de su país. Muchos autores
coinciden en que los promotores fueron los poetas José Joaquín Olmedo de Ecuador, Rafael
Landívar de Guatemala, el cubano José María Heredia, el uruguayo Bartolomé Hidalgo y Andrés
Bello por Venezuela, sin menospreciar a los héroes independentistas Simón Bolívar, Antonio José
de Sucre y José de San Martín con sus ensayos políticos basados en manifiestos de libertad
nacional.
Estos hombres pusieron sus conocimientos en el porvenir de las naciones usando el
intelecto como herramienta principal. Sin embargo, el único que se dedicó a batallar en las aulas
de clases y se rehusó a hacerlo en el campo de batalla propiamente dicho fue el célebre Andrés
Bello, maestro de Simón Bolívar, ocasionándole partir de su patria para nunca regresar, pero sin
renunciar a su ideal de que “la educación es el arma más poderosa” y se dedicó a trabajar en ello
en los países que le dieron acogida. Por tal razón, sus obras tienen un matiz único y abarcan temas