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Leadership Magazine
COACHING PARA NIÑOS
N.1 Abril 2017
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DISCIPLINA INFANTIL
Castigos VS Consecuencias
A
la hora de disciplinar a nues-
tros hijos cuando realizan
alguna acción, la cual conside-
ramos inadecuada, surge la pregunta
en los padres o educadores: ¿cuál
es la mejor manera de enseñar lo
correcto a nuestros niños?
Buceta, 1995). Esto explica, en parte,
cómo el recurso a la violencia como
práctica disciplinaria ha sido utilizado
ampliamente, gracias a su legitimación
social en una cultura patriarcal que
visualiza a la infancia como un objeto
propiedad del adulto (tal vez una distor-
sión del recurso de la patria potestad),
Existe el modo tradicional de pensa-
lo cual ha justificado ampliamente el
miento en el cual si un niño comete
uso de la violencia como pedagogía de
una falta, debemos castigarlo. Por
crianza o pedagogía negra siguiendo a
ejemplo si un niño de 10 años dejó de Allice Miller (1998), en tanto el niño o la
hacer su tarea, de inmediato podría-
niña no ha tenido un papel protagóni-
mos pensar en imponerle un castigo.
co en las decisiones sobre sus propias
Quizás podemos pensar en “no dejarlo necesidades, intereses y autonomía.
salir a jugar”, no ver televisión o peor Fragmento extraído de:
aún, el castigo físico.
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“Revisando un pasado histórico que
nos compete como cultura, en so-
ciedades precristianas como Grecia
y Roma antiguas, se ha encontrado
documentada la agresión contra las
niñas y los niños; no obstante, en
esta época no se concebía la exis-
tencia de malos tratos ni se detectaba
preocupación por estos (Permuy y
“¿Cuál es la mejor manera
de enseñar lo correcto a
nuestros niños?”
Castigo
1.Pena que se impone a la persona
que ha cometido un delito o una falta
o ha tenido un mal comportamiento.
Sin embargo queda el cuestionamien-
to: ¿Aprendió algo el niño con que-
darse sin ver televisión, con no salir a
jugar, o al haber recibir una “tunda”?
Estos métodos disciplinarios pueden
ocasionan resentimiento contra la per-
sona que intenta disciplinar también
enseña por medio del “modelamiento”
la manera “que se considera correc-
ta de actuar” y la cual replicará más
adelante como medio de solucionar
sus conflictos y además ha habido
estudios que muestran que el castigo
sólo es efectivo en presencia del cas-
tigador. Así que el reto es pensar en
un modo más positivo de educar.
Las consecuencias
Según la RAE:
Consecuencia 1. f. Hecho o aconteci-
miento que se sigue o resulta de otro.
Las consecuencias pueden ser na-
turales o aplicadas, y esta vez nos
enfocaremos a las que corresponde
como adultos aplicar. Esta aplicación
debe ser supervisada y guiada por
un adulto, el cual debe desarrollar
responsabilidad en el niño por medio
de un método positivo de educar. El
infante, guiado por el adulto, debe
buscar una “solución a la falta” come-
tida, donde se pueda resarcir el fallo.
La consecuencia debe ser dirigida de
manera calmada, casual y concreta,
el peor momento para aplicar esta
consecuencia es mientras nos encon-
tramos molestos y debemos pregun-
tarnos cuál es el objetivo: ¿obtener
venganza o desarrollar responsabilidad
en ellos? Estas consecuencias deben
ser relacionadas a la falta, respe-
tuosas a la conducta deseada (qué
es lo que sí queremos que hagan) y
razonable a la edad del niño y las cir-
cunstancias. No es lo mismo un fallo
sin intención a uno que lleva alevosía,
y no es lo mismo un niño de 5 años a
uno de 10.
Se recomienda que el niño o joven
sea el que elige cuál será su conse-
cuencia, así como poner un plazo de
cumplimiento y pensar en la estrategia
correcta de solución, la cual pode-
mos registrar para dar seguimiento.
Volviendo al ejemplo del niño que no
hizo su tarea; si lo que se está dejan-
do de hacer está relacionado con el
aprendizaje, lo ideal sería que se guie
al niño a que reponga esta actividad o
alguna actividad relacionada. Quizás
realizar está actividad en un horario
que estaba destinado a otra actividad
menos relevante.
Este modo de accionar a la hora de
disciplinar suele ser más positivo, lle-
no de respeto hacia la relación y de-
sarrolla responsabilidad en los niños.
Germán López
Consultor de Chuecas y Asociados