Todas tuvimos esos días en que parece que todo ocurre a su tiempo: estar en el sitio adecuado en el tiempo justo, con la respuesta acertada para el jefe inconformista, el cliente exigente o el compañero difícil. Cuando sentimos que podemos, que estamos plenas de capacidades y todo fluye naturalmente, percibimos que podemos ir por más. ¿Pero cómo sucedió eso? ¿Se podría crear ese estado de prosperidad todos los días? Esta energía próspera tiene su correlato en el espacio que nos rodea, y podemos tomar medidas para generarla y nutrirnos de ella a diario. La calidad energética de tu oficina Es común que las personas manifiesten deseos de tener una vida mejor, ganar más dinero, ser reconocidas por su labor y apreciadas por los demás. Sin embargo, afirman sentirse frustradas, exhaustas y desilusionadas a pesar de los esfuerzos. Es muy frecuente en estos casos que el especialista en Feng Shui detecte cómo se reflejan en el hábitat de estas personas sus pensamientos y sentimientos inconscientes. Muebles que bloquean el ingreso de la energía y su circulación fluida, cosas sucias, rotas o acumuladas que emiten un Qi maléfico, falta de comodidad para realizar las tareas diarias que irradian la idea permanente de que la vida está llena de obstáculos. Desorden, descuido en la decoración, austeridad extrema o exceso de objetos, son todos indicadores de diferentes trabas inconscientes para permitirse el éxito en la vida.
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LATINA Magazine | Edición No. 18