Lascivia No 63 Enero 2020 Lascivia 63 Enero 2020 | Page 82
– ¿Te puedo hacer una pregunta? – modulé la voz para inspirarle aún
más confianza.
– Tú puedes preguntarme lo que quieras – afirmó.
Eso hizo que un flujo extra de sangre irrigara mi sexo.
– ¿Ya habías visto un pene?
– Pues no – contestó con frescura – pero no me dio miedo, me dio
como… rabia.
Era el momento de atacar.
– Es que hay hombres muy frustrados sexualmente. Degenerado hijue-
puta… – agregué – perdóname.
Para ella, oír un profesor decir una grosería era una experiencia com-
pletamente nueva, y le gustó.
Por otra parte, nos sirvió para llevar nuestra confianza un grado más
allá. Esbozó una leve sonrisa.
– Apuesto que eras la niña más bonita de esa fiesta, aún más que tu
amiga de 15 – continué yo.
– ¿Por qué? – sonrió ella.
– A ver, de por sí que eres una niña hermosísima, muuuy linda – ella
sonrío más -, si hasta en uniforme te ves adorable.
En traje de fiesta, imagino que enamoras a más de uno, y eso es nor-
mal, pero lo que no debería pasar es que se sobrepasen.
O sea, hay quienes te ven con adoración, como yo –ella sonrío amplia-
mente, pero yo proseguí para disuadir el mensaje – pero también hay