Lascivia No 63 Enero 2020 Lascivia 63 Enero 2020 | Page 58
son, quizás, los principales factores que pueden transformar una expe-
riencia única en una horrible pesadilla.
Antes de comenzar a actuar, el fantasma de los cuernos debe alimen-
tarse en el marido en el amor pasional que le provoca su mujer, y no ex-
plicárselo es un primer y grave error. A la inversa, para la esposa el pla-
cer que recibe debe estar exclusivamente motivado por la complicidad
que la lleva a maravillarse del disfrute que provoca en su marido (aun-
que evidentemente también estará presente el placer que ella obtiene
con su amante). No explicarle bien esto a su esposo puede tener graves
consecuencias.
Nuestra imaginación es el reflejo idealista de nuestros deseos, pero la
realidad es a menudo muy diferente de nuestras expectativas y nos pue-
de reservar malas sorpresas. Si es muy excitante imaginar a la esposa en
los brazos de otro hombre, esto puede convertirse rápidamente en una
verdadera pesadilla asumir lo ocurrido ante nuestros ojos. Igualmente,
la idea de hacer el amor con otro hombre bajo la mirada amorosa de su
marido es una situación más que agradable, pero ¿cómo vivir tranqui-
la y serenamente cuando vuestra única preocupación es el miedo de su
reacción y lo desconocido del “después”?
Ir demasiado deprisa a menudo es arriesgado y desagradable. El ligar
en el bar o bailar lenta y arrimaditos es más recomendable que empe-
zar metiendo una tercera persona en la cama matrimonial. Lo primero
es descubrir los límites de la pareja y las satisfacciones e insatisfaccio-
nes que se obtienen.
La elección del corneador es de suma importancia. El círculo de
la familia, los amigos y gente conocida debe excluirse. Los cuernos solo
los comparte la pareja y es un vínculo entre dos personas que se aman.
Evitando estar con personas conocidas se evitan relaciones fuera de la
cama; las relaciones fuera de la cama suelen ser causa de tensiones y
problemas que rara vez es posible controlar.
Un desconocido suele ser mejor. Una persona que vive alejada de
vosotros, de una clase social diferente o incluso de una edad diferente