Lascivia No 63 Enero 2020 Lascivia 63 Enero 2020 | Page 354
las únicas que nos permiten darnos difusión a gran escala. Otra vía es
crearse una cuenta en Pornhub o hacerte una web, pero estamos en las
mismas, la visibilidad es mínima”, dice.
Para ella, el término “contenido sexual violento” no tiene mucho sen-
tido, ya que piensa que “depende de los ojos que lo miren”. “La sensibi-
lidad de cada uno es relativa. Me parece absurdo que hagan esta nue-
va ‘amenaza’ cuando llevan años borrando contenido explícito o, sin ir
más lejos, pezones femeninos”, añade. No le falta razón: La sensibilidad
es relativa. Y la sexualidad es muy amplia, por lo que la manera en la
que cada uno gestionamos y practicamos esa sexualidad puede variar
radicalmente.
Y varía radicalmente quizá porque, tal y como apuntaban ya otros me-
dios, la educación sexual no está regulada en España. Aunque hay que
destacar que la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra
la Violencia de Género (28/12/2004), propuesta por el PSOE, si abogaba
por el desarrollo de contenidos educativos sexoafectivos.
En el artículo 7, por ejemplo, establece específicamente en referencia
a la formación del profesorado “la necesidad de que se incluya la educa-
ción para la igualdad entre hombres y mujeres en la formación inicial y
permanente de los docentes para que así adquieran las habilidades ne-
cesarias centradas en educar ‘en el respeto de los derechos y libertades
fundamentales y de la igualdad entre hombres y mujeres y en el ejerci-
cio de la tolerancia y de la libertad dentro de los principios democráti-
cos y de convivencia’, prevenir conflictos y resolverlos de forma pacífi-
ca ‘en todos los ámbitos de la vida personal, familiar y social’ y fomentar
‘actitudes encaminadas al ejercicio de iguales derechos y obligaciones
por parte de mujeres y hombres, tanto en el ámbito público como pri-
vado y la corresponsabilidad entre los mismos en el ámbito doméstico”.
Ley que quedó en el olvido cuando en 2013 el Partido Popular impul-
só la LOMCE, todavía vigente en nuestro país y que supuso un bloqueo
a la hora de impulsar una educación afectivo sexual en las aulas.
Y si no hablamos de sexo en las aulas, ¿dónde buscan los jóvenes