Lascivia No 63 Enero 2020 Lascivia 63 Enero 2020 | Page 26
¿Sigue siendo muy privado y secreto el asunto en México?
Es difícil, porque en apariencia no hay tanta gente que practique este es-
tilo de vida. Pero mira, ese señor de enfrente puede gustar de compartir a
su esposa en fiestas swinger y no se le nota. Mucha gente dice “es que en
México aún hay machismo”, y si te contara lo que he visto. Para muchas
parejas, estas prácticas refuerzan sus lazos.
¿Además del internet, dónde se puede encontrar personas para llevar a
cabo esta actividad?
Unas calles atrás del WTC de CDMX, se llevan a cabo fiestas privadas
a las que sólo puedes llegar con invitación. Tú llegas a una calle normal
y hay una mansión donde una especie de “viene, viene” en la banqueta,
te da indicaciones secretas y la contraseña para acceder. Si vas en pare-
ja te cobran muy barato, pero si vas solo, es más caro, porque saben que
sólo eres voyerista. Te dan tres pulseras, una que indica que estás dis-
puesto a todo; otra de diferente color que significa que te pueden pregun-
tar si quieres hacerlo y la tercera, es que sólo vas a ver. En la sala, hay un
afroamericano de unos dos metros que hace show sexual con una modelo
guapísima en medio de la fiesta y cuartos oscuros donde puedes entrar a
buscar o ver sexo en vivo.
¿Es diferente la experiencia en ese tipo de lugares?
Fui con mi pareja, un amigo y su esposa. A ella le dio miedo, dijo que
nos esperaba en el coche y nos quedamos sólo los tres. En esos lugares la
sensación es de aventura, más que de excitación. Es más un asunto exhi-
bicionista que hedonista
¿Hay algo que te falte por hacer, algo de lo que te arrepientas de haber
hecho?
De nada. Las parafilias no te determinan como persona, ese momento
de intimidad swinger es el más animal del ser humano, es el nivel más
básico, no hay corrección política, pura libertad.
Por Alejandro Mancilla