Lascivia No 63 Enero 2020 Lascivia 63 Enero 2020 | Page 22
Muy buena, el ambiente estuvo muy relajado. Fuimos a tomar un copa y
de ahí a un hotel; en el lugar ya sabían, tienen sus códigos. Sé que hay ho-
teles swingers especiales, pero fuimos un motel normal.
¿Estabas nerviosa?
Pues un poco, porque era tener intimidad con gente a quien no cono-
cía. Primero comencé a tener sexo con mi pareja, luego ella me jaló a mí.
Duró poco para mi gusto, estuvimos ahí como una hora y media.
¿La excitación le ganó a los nervios?
Sí, por lo menos en el caso de las mujeres. Ellos estaban súper nerviosos.
Parecería que iba a ser al revés
Yo también, eso pensé que pasaría, pero para los hombres la experiencia
tiene que ver con cuestionarse de inicio su masculinidad. Va por el lado
de que el hombre tiene que estar seguro de su virilidad, del tamaño de su
miembro; es como una competencia.
¿Tú no tuviste celos de la otra mujer?
No, me encantó la interacción; las mujeres tienen la piel diferente, más
suave, con otro olor. Los hombres creen que saben mucho de sexo oral y
no tienen idea, la mayoría parece que está haciéndole sexo oral a un hielo.
¿En esa ocasión hiciste cosas que nunca había hecho?
Sí, hubo una doble penetración. Era algo que ya habíamos decidido. En
la película Las Edades de Lulú (Bigas Luna, 1990) hay una escena así que
me impactó y que quería experimentar. Algo que no se me hace tan fuer-
te, es que ambos hombres eyaculen en el rostro de la mujer, a mí se me
hace normal, ahí lo experimenté; ella no quiso. Por cierto que la doble pe-
netración no es nada cómoda para ellos, no es como se ve en las películas.
¿Qué más se habla entre la pareja antes de un encuentro?