Lascivia No 63 Enero 2020 Lascivia 63 Enero 2020 | Page 170

Perdí la virginidad con doce años y fue mejor de lo que podáis pensar Las estadísticas dicen que los españoles perdemos la virginidad de me- dia a los 17,7 años. Pero las estadísticas son solo eso, cifras, y hay casos extremos que las contradicen. Esta es mi historia. Perdí la virginidad con 12 años. Cuando lo cuento la gente se suele es- candalizar y sentir pena por mí y supongo que es una reacción natural. No es muy “normal” tener a un amigo que reconozca en público que se ha desflorado a tan temprana edad. Aunque siempre, cuando lo explico sale alguien que si bien no a los doce, la perdió a los trece. ¡Os sorpren- deríais de la gente que hay! De hecho a mí me faltaba una semana para cumplir los trece y lo re- cuerdo como si fuera ayer a pesar de que ya han pasado unos quince años. Llevaba seis meses saliendo con mi primera novia. Ella tenía mi misma edad. Nos enrollábamos por las esquinas, a escondidas, y ha- cíamos petting en su habitación. Supongo que lo normal en un primer amor. Un mes antes de nuestra primera vez ella me confesó que al llegar a casa, después de nuestros roces y de nuestras caricias, había sangrado sin que tuviera la regla, por lo que me dijo que creía que se le había roto el himen. Nos lo contábamos todo, nos queríamos a nuestra manera, fue algo muy intenso en todos los sentidos. Entonces un día, mientras estábamos solos en mi casa, me lo propuso. Recuerdo que estábamos ya en ropa interior y que todo fue como muy fluído. En aquel momento pensé que sería una buena idea, puesto que ya llevábamos tiempo frotando nuestros genitales sin llegar a la pene- tración y aquello suponía dar un paso más. Estaba muy nervioso, no os engañaré. Pero todo resultó mucho más sencillo de lo que podía haber imaginado. Sabía que mis padres te- nían condones en un cajón de su mesilla de noche, así que fui hasta su