Lascivia No 63 Enero 2020 Lascivia 63 Enero 2020 | Page 116
hacer las preguntas obvias. ¿Dormían juntos? Sí, siempre. ¿Lo sabían sus
padres? Ninguno de los dos tenía idea de dónde estaban los padres de
Grace y solo esperaban que estuviesen muertos. ¿Alguien más conocía
su historia? No. ¿Veía Grace futuro a su relación sentimental con su her-
mano en lo que respecta al matrimonio, hijos, etc.? Sí, por supuesto.
Grace al fin me contó toda la historia de cómo acabaron juntos. Dada la
fragilidad de la joven y la naturaleza controvertida y trágica de su his-
toria, me preocupaba que la prensa se enterara y quisiera saber quiénes
eran Grace y Adam, por lo que decidí, junto con la editorial, no publicar
su caso en mi libro. Grace y Adam siguen juntos como pareja y ella me
dio su aprobación para que los mencionara aquí.
“Las relaciones incestuosas son más comu-
nes de lo que cualquiera esperaría y se ori-
ginan por las mismas razones por las que
empiezan las relaciones adultas conven-
cionales: amor, necesidad, deseo, soledad
y atracción física”
Mi encuentro con Grace y Adam despertó mi interés por la frecuencia
y la dinámica de este tipo de relaciones. Siempre había supuesto que las
relaciones incestuosas eran casos aislados y siempre producto del abu-
so infantil. Sin embargo, descubrí que, si bien es ilegal en la mayoría de
países, en muchos otros el incesto entre hermanos se percibe desde una
óptima mucho más liberal.
Ahondar en este tema tan peculiar y poco hablado es descubrir que
no solo las relaciones incestuosas son más comunes de lo que cualquie-
ra esperaría, sino que en algunos casos son consensuadas y se originan
por las mismas razones por las que empiezan las relaciones adultas con-
vencionales: amor, necesidad, deseo, soledad y atracción física.