Todo lo anterior se relaciona a través de la siguiente fórmula:
P x Bp = R x Br, la potencia por su brazo es igual a la resistencia por el suyo.
La palanca se inventó en la prehistoria humana, y existen registros ya en la antigüedad mesopotámica de su utilización para cigoñales de riego. La primera mención por escrito de una palanca proviene de Pappus de Alejandría en su Colección matemática (340), donde aparece la tan célebre cita del griego Arquímedes: “Dadme una palanca y moveré al mundo”.
Fuente: https://concepto.de/palanca/#ixzz65lCQyqyg