Silvia Martínez
Capítulo 4 _15
Querría tener mil vidas para emplearlas todas en Dios.
Cuando el amor desborda, se desean muchas
vidas para vivirlo muchas veces. El cuerpo arde,
se hincha y anhela ser atravesado por el fuego
abrasador del amor de Dios. Dentro de nosotras
hay muchas vidas queriendo vivir. Vidas queriendo
soñar. Vidas queriendo amar. Dios atraviesa el
cuerpo de las mujeres, como el de Santa Teresa y
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las hace fuertes y valerosas como lo fue ella. La luz
de Dios es fuente inagotable de energía, frente a
las adversidades y las censuras. Dios hace mujeres
fuertes, mujeres iluminadas por su amor, mujeres
que tienen muchas vidas para transformar la
realidad en la que viven. Mujeres fuertes. Mujeres
hermosas. Mujeres de fuego.
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Óleo sobre lienzo
80 x 100 cm