INTRODUCCIÓN GENERAL
Sabemos que «huellas» son unas marcas o vestigios, testigos
del paso de las personas o de los animales por un lugar, y del
tiempo que vivieron en él. En un sentido individual, aluden
al sello que la experiencia deja en el carácter de las personas;
y en sentido social, a la configuración de un pueblo o de una
comunidad. Todo ello sugiere un modo de producirse. Y hace
referencia a unas formas de vida.
Podríamos definir la vida de la manera siguiente: Es lo que
realizamos como respuesta a las necesidades personales y a los
hechos que se dan o se suceden en nuestro entorno. Y esto,
evidentemente, supone unas circunstancias, de las que tanto
hablaba Ortega y Gasset. Pero es necesario aclarar que, muy a
menudo, se ha interpretado mal esta idea de Ortega, al tener
en cuenta solamente una parte de ella.
Ortega inicia su pensamiento de esta forma: «Yo soy yo y
mis circunstancias.» Y, sin leer más, a veces se toma lo de «las
circunstancias» de forma pasiva, como algo que nos rodea,
algo que puede explicar nuestro comportamiento, y, hasta
quizá, llegar a justificarlo. Y no es ahí a donde quiere llegar
Ortega. Él no dice eso. No lo dice, porque un poco más adelante
sigue de esta manera: «Yo soy yo y mi circunstancia [en