Se cree que Machu Picchu fue una de las tantas residencias de descanso del primer emperador inca, Pachacutec, aunque por su carácter ceremonial y por algunas de las mejores construcciones de la ciudad, se podría considerar que era en realidad un santuario religioso, descartando así las suposiciones de algunos expertos investigadores que suponían que también pudo ser una zona militar.