LLAMADO A LAS ARMAS
por Rolene Marks
¿Qué significa ser judío? ¿Cómo nos identificamos como
sionistas en un mundo donde llevar esta identidad fuerte y
orgullosa a menudo significa que estamos expuestos a
ataques? En momentos en que los niveles de antisemitismo
están aumentando en todo el mundo y ser antisionista
significa que apoyamos la causa del día, ¿nos atreveremos a
destacar como partidarios de Israel?
La respuesta es un rotundo ¡SÍ! Un gurú de la
comercialización dijo una vez que el mejor momento para
anunciar y promover un negocio es durante una recesión. La misma regla se aplica para la defensa
de Israel. La defensa de Israel es imprescindible cuando la voz de sus detractores se hace más fuerte.
Hace casi 80 años, los judíos de Europa no tenían voz. Ellos eran impotentes ante la monstruosa
propaganda nazi. Hoy en día, todas las herramientas están a mano para darnos una plataforma y una
voz.
Para mí, la defensa de Israel es una parte importante de mi identidad judeo-sionista, como encender
las velas de shabat o izar la bandera israelí. Es una parte de lo que soy y creo que como judíos no
sólo somos responsables el uno del otro, sino que somos también responsables del estado judío. No
todos somos buenos oradores escritores, pero todos usamos el correo electrónico, Facebook y
difundimos información.
En ocasiones, cuando diserto ante una audiencia, la pregunta más común que me plantean es "¿por
qué las relaciones públicas de Israel están tan mal?". Es cierto, definitivamente hay lugar para
mejoras, pero yo también soy de la opinión de que ahora, cuando los niveles de antisemitismo son
alarmantemente altos y los presupuestos para contrarrestarlo son bajos, nos corresponde a nosotros
ser "embajadores de la verdad".
Esto es un llamado a las armas. Armarse con los hechos para contrarrestar las mentiras y el odio es
una gran manera no sólo de argumentar a favor de Israel, sino de que te acerques a tu identidad.
Somos el ejemplo para la siguiente generación, los jóvenes, y estamos en la primera línea de
defensa. Pero también tenemos que escuchar a nuestros jóvenes. En el mundo impulsado por las
redes sociales en las que estos jóvenes, que conocen más que nosotros, son bombardeados con
información, es importante conectarnos con ellos y escuchar sus preocupaciones. Los campus
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