crónica
la zapa
Un Abrazo para la Familia
DESDE BARCELONA
Para los que me perdieron la pista o incluso no saben quien soy, por que hacen
parte de la generación más joven, les cuento que me llamo Eleonora, soy hija de
Ignacio, el varón primogénito de la primera generación de Betancures; y el primero
también, en soñar con el proyecto de la escuela Anangel. Por esa misma razón me
siento aún mas contenta de poder participar de esta primera Zapa virtual.
Alguno de ustedes se preguntaran ¿por qué me
fui tan lejos? ¿Qué hago por aquí? La respuesta
puede ser larga, pues uno siempre toma
decisiones teniendo en consideración múltiples
asuntos. Pero seré concisa. Desde los 18 años
practico el nomadismo como elección de vida.
Me encanta vivir en un lugar en el que siento que
puedo crecer.
“
Por que ya
se sabe el
roce hace el
cariño.
“
Actualmente vivo en una ciudad maravillosa de
días soleados frente al mediterráneo, llamada
Barcelona. Si no la conocen, deberían ponerla
en la lista. Creo que algunos ya lo han hecho, por
que he estado más visitada en los tres años que
llevo aquí, por la familia, que en los últimos 7
años que residí en Bogotá. Y claro me dirán, que
entre Bogotá y Barcelona no hay punto de
comparación, puede ser. Sin embargo mis
hipótesis son: una, que la capital no le gusta
mucho a la mayoría, dos, que esta familia se ha
internacionalizado en los últimos años y se ha
vuelvo muy viajera. Y tres, que me visitan
estando aquí, porque la distancia no es
impedimento para alimentar el cariño y las ganas
de vernos. En este último punto, me gustaría
decir, que creo que si hay un aporte grande en
todos estos años de andadura de la Escuela, es
que nos ha permitido encontramos como
familia y alimentar esos lazos invisibles, que
aún en la distancia perviven. Sin esos
encuentros de la Quindiana, sin esas reuniones
en el eje cafetero en torno a alguna actividad de
la escuela, conocería y tal vez me sentiría menos
cercana a los tíos y primos. Porque ya se sabe el
roce hace el cariño.