una historia
vocacional
Con motivo de la ordenación sacerdotal del hermano Julio el
pasado mes de marzo, algunas alumnas quisieron saber cómo
había sido el camino recorrido para lograr este objetivo tan
importante y cuáles son sus tareas desde entonces.
¡Felicitaciones Padre Julio!
Por María Inés Diesse, Catalina Rivada, Bernardita Cortés y Catalina
Fonte de 3º B
perpetuos, que quiere decir que, a partir
de este momento, soy miembro
definitivo de la Congregación.
El año pasado me trasladaron a la
parroquia San Judas Tadeo de Lanús. Allí
me estuve preparando para dar paso al
Ministerio de Diácono, el paso previo a la
ordenación sacerdotal. Les cuento, que,
para mí, fue una experiencia muy linda y
fortalecedora, ya que he podido ayudar a
través de las predicaciones en las misas,
de la música, entre otras muchas
actividades de las que formé parte. He
podido realizar los primeros bautismos,
visitar a los enfermos, oficializar
matrimonios, además de las actividades
de catequesis.
Como saben, este mes de marzo fue
fundamental para mi vida vocacional, ya
que he sido ordenado Sacerdote. Este
nuevo rol me habilita, además de todo lo
anterior, a celebrar misa, realizar
confesiones, la unción de los enfermos,
entre otras actividades propias del
ministerio. Todo este recorrido ha
aumentado mi perfil pastoral vinculado
con el servicio a los demás. Por otro
lado, me brinda una satisfacción
personal y una alegría muy grande poder
ayudar a las personas a encontrarse con
Dios.
Pero quiero decirles algo más: lo más
hermoso de toda mi formación y de mi
futuro vocacional es vivirlo con y en
Comunidad, ya que, este ministerio no
es solamente individual, sino que lo
comparto con todos los miembros de mi
Comunidad Religiosa, buscando ser cada
día, una Familia para las Familias.
MINI BIO
Padre Julio, queríamos preguntarte
¿cómo fue el cambio de ser
Hermano a ser Sacerdote?
Bueno, la verdad es un cambio
bastante desafiante en el sentido
de la responsabilidad que implica
dar respuesta a través del mandato
de Dios y las distintas realidades en
las que el ministerio sacerdotal está
destinado a servir.
¿Cómo fue tu formación para
llegar a ser Sacerdote?
A los 19 años ingresé en el
Seminario de nuestra congregación
de Hijos de la Sagrada Familia en el
año 2007 en Curitiba (Brasil). Allí
estudié Filosofía y realicé mis
etapas de aspirantado y
postulantado. Después de este
tiempo, me enviaron a Colombia
para realizar el noviciado.
Éste fue un año intenso y lleno de
mucha espiritualidad
manyanetiana, en el que también
tuve experiencia en mis primeros
pasos como profesor en el Colegio
Padre Manyanet de Medellín.
Luego de concluir este año, profesé
mis primeros votos y realicé
estudios de Teología en el
Escolástico de Chía (Colombia). En
todos estos lugares he compartido
mi formación con otros
compañeros con los cuales hemos
crecido como Familia, a pesar de
ser de distintas nacionalidades.
En el 2014 concluí este período de
formación y fui trasladado al
Colegio Jesús Adolescente de Tres
Arroyos. Aquí he podido,
ciertamente, crecer en mi vocación
y en el llamado del Señor.
Los años 2015 y 2016 fueron muy
intensos ya que estuve realizando
prácticas pastorales, tanto dando
clases en nivel primario y
secundario, como en las sucesivas
visitas en Jardín (Nivel inicial) y
también formando parte de la
Escuela de Monaguillos (donde se
forman a los niños desde 4º grado
de la escolaridad primaria en el
servicio al altar y en la práctica
litúrgica).
A fines de 2016 hice mis votos
Nació el 8 de julio de 1986 en la
ciudad de Caraiberias, estado de
Pernambuco, Brasil.
A fines de 2006, cuando tenía 19
años y luego de terminar la
secundaria superior en la escuela
Tancredo Neves, decidió que su
futuro iba a ser dedicado a Dios.
Las cosas que más disfruta hacer
son cantar, bailar, correr y, por
supuesto, rezar. Sabe bailar salsa,
bachata, ritmos brasileros y
cumbia.
Es hincha del Atlético Mineiro (el
clásico de su región) y del resto de
Brasil le gusta el Atlético
Paranaense.
Lo que más le gusta de Argentina y
de Tres Arroyos es la gente y lo que
menos le gusta es el clima (al que
no logra acostumbrarse).
LA VOZ DEL CJA | 16