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Introducción a la Ingeniería Audiovisual resto de las proposiciones del sistema. Los teoremas son consecuencias deductivas de estos axiomas. De estos axiomas se deducen teoremas y leyes particulares que pueden verificarse experimentalmente y predecir acontecimientos empíricos. Este esquema de trabajo, que había dado excelente resultado con las ciencias físicas, se convirtió además en un modelo para las demás disciplinas que querían denominarse científicas, pero no resolvía problemas fundamentales como por ejemplo, saber cual de dos teorías antagónicas era cierta. Un ejemplo clásico que nos puede ayudar a comprender el nacimiento del método científico lo constituye el movimiento de los planetas, y las leyes de Kepler. Claudio Tolomeo, a principios del siglo II d de C., fue el creador del sistema geocéntrico, según el cual, la tierra era el centro del universo, y el sol, la luna y los planetas giraban entorno a ella unidos a esferas perfectas y transparentes. Este esquema con la tierra como centro del universo cuadraba muy bien con las creencias religiosas cristianas, por lo que permaneció invariable hasta el Renacimiento. En 1543, Nicolás Copérnico publicó una hipótesis totalmente contraria, planteando el sistema heliocéntrico, según el cual el sol era el centro del universo, y los astros y planetas se movían formando círculos a su alrededor, siendo la tierra uno más de esos planetas. Aunque ese modelo permitía explicar el movimiento de los planetas tan bien como el de Tolomeo, iba en contra de la doctrina oficial establecida tanto religiosamente, como científicamente hasta entonces. El libro de Copérnico fue censurado e incluido en la lista de libros prohibidos. Johannes Kepler a finales del siglo XVI, mientras estudiaba en la universidad, conoció los trabajos de Copérnico, y comenzó a hacer cálculos matemáticos para probar el modelo heliocéntrico, pero sus teorías no cuadraban con las observaciones. En ese momento, Kepler se reunió con el mayor genio observador de la época Tycho Brahe, cuyas observaciones y mediciones iban en contra de sus hipótesis y cálculos matemáticos. Hasta entonces se creía en la perfección cósmica divina; el modelo de los planetas sólo se podía explicar con círculos y esferas. Kepler abandonó esa idea, y mediante un proceso de reflexión llegó a su primera ley del movimiento planetario: “Los planetas se mueven en órbitas elípticas alrededor del sol, que ocupa uno de los focos de la elipse.” Más tarde postuló su segunda: “Los planetas barren áreas iguales en tiempos iguales.” Y su tercera ley: “Los cuadrados de los periodos de los planetas son proporcionales a los cubos de sus distancias medias al sol.” 14