Valladolid, 1969
Adrados, a través de un lenguaje de sensaciones, muestra en su obra la importancia del silencio y la calma interior, animando al espectador a posicionarse frente a la vida con una 'mirada noble y mucha sensibilidad'.
Desde 1999, este artista ha llevado a cabo varias exposiciones tanto individuales como colectivas.