El empuje inicial a dibujar viene por desahogarte,
por contar cosas que te parecen graciosas y por esa
base de lectura de cómics
que te llama la atención
pero la parte de mantenerte es eso, el feedback de los
lectores.
Tú que tienes experiencia con el tema del webcómic, de gestionarlo, de
mantener el contacto con
los lectores… ¿Qué opinión
tienes sobre el webcómic
en la actualidad, en un
sentido global?
Ahora mismo el webcómic en España es en gran
parte amateur. También hay
gente profesional ahí: al final
el webcómic es una variante
del cómic y hay gente que
hace webcómics pero que
también se dedica al cómic
impreso. David Ramírez, por
ejemplo, que es un autor de
cómic que a mí me encanta, ha hecho cosas tremendas en papel y tiene una tira
en… Instagram, creo.
Es difícil de leer pero el
formato es genial y además
pregunta a sus lectores qué
quieren que pase a continuación. Esa manera de interactuar me parece genial.
El problema es que este
mundo sigue siendo muy
amateur y hay poco mercado para que se profesionalice: en EEUU, por ejemplo,
hay siete veces más personas y se dedican a ello muy
profesionalmente.
Aquí eso es más difícil de
encontrar. Que se dediquen
La Revista USAKA
exclusivamente al webcómic no sé si hay muchos.
Jesulink, por ejemplo, ha
publicado cosas en papel;
Andrés tiene otro trabajo,
yo tengo otro trabajo… Por
ahora, desde mi punto de
vista yo lo veo amateur. Otra
cosa es que haya gente que
lo haga profesionalmente.
Ahí ya probablemente hablamos de gente que está
ya en el mundo del cómic.
¿Qué consejo nos darías
a todos aquellos dibujantes
amateurs que estamos rondando por ahí, esperando
ganarnos la vida con ello
o simplemente dibujar por
gusto?
Para ganaros la vida…
Yo no soy quién para daros
consejos porque yo no me
gano la vida dibujando...
(risas).
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