Un Lugar Hermoso
En nuestro territorio de San Miguel de Allende tenemos vestigios culturales del grupo étnico “chupícuaro”, de hace más de 2,500 años, casi una centena de sitios arqueológicos del horizonte clásico, de acuerdo con investigaciones de Gabriela Zepeda García Moreno, Luis Felipe Nieto Gamiño, Rossana Quiroz Ennis y otros más, de filiación mazahua – otomí – prototoltecas; por cierto, un Sitio de ellos, ya abierto al público: Cañada de la Virgen. Dentro de este territorio arqueológico de más de 5,500 hectáreas, existen evidencias de grupos étnicos itinerantes de chichimecas (pames, copuces, caxcanes y guamares) que habitaron nuestro territorio hasta el encuentro de los otomíes aliados con los primeros españoles a finales de la década de los 30s en el siglo XVI. - Arturo Morales-
Vestigios Indigenas en SMA
Esta cultura tiene mucha importancia por la influencia que ejerció que tuvo en la zona. Es posible que se extendió hasta el sur de Estados Unidos, 500 años a.C. Existen teorías de que los primeros habitantes de Guanajuato pertenecieron a esta cultura.
La cerámica de esta cultura es anterior al periodo clásico, incluye figurillas angulosas con formas geométricas.
Aparentemente la cultura Chupícuaro se desarrolló en un amplio territorio, u se definió como estilo o Tradición Chupícuaro, en Guanajuato, Michoacán, Guerrero, Estado de México, Hidalgo, Colima, Nayarit, Querétaro y Zacatecas. Se estima que Chupícuaro facilitó la expansión hacia el norte, de elementos mesoamericanos.
Cultura Chupícuaro
El pueblo otomí, pueblo indígena que habita un territorio discontinuo en el centro de México