VIAJES
La ciudad de Rusia más rica culturalmente lo es por sus teatros, más de 100, entre los que destaca el Mariinski y por ser la madre de los grandes literatos y músicos, Pushkin, Dostoievski o Prokofiev son sólo algunos de los genios que vieron la luz en la serenidad del ambiente Petersburgués.
Una de las curiosidades de la ciudad es su luz. Ambiente claro aunque neblinoso, pues goza de un clima frío y lluvioso, sus latitudes provocan que el sol no se llegue a ocultar por detrás del horizonte lo que hace que las noches sean tan claras como los días. A este periodo de tiempo se le conoce como “las noches blancas”.
SUS ALREDEDORES.
No se conoce San Petersburgo si no se ha visitado sus suburbios. Conjuntos de palacios y jardines que servían como residencia de la familia imperial contribuyen a convertir a San Petesburgo en uno de los enclaves palaciegos más espectaculares del globo.
Peterhoff, a orillas del Golfo de Finlandia es conocido como “La Versalles del Norte". con 64 fuentes con
Versalles del Norte" con sus jardines, de inigualable belleza y con cuatro grandes cascadas, Peterhoff se convirtió en una de las residencias favoritas de los emperadores.
Tsarkoé Seló ( La aldea del zar) es otra de las zonas de conglomeración palaciega y jardinística más bonitas de Rusia, de 600 héctareas de extensión. Allí se ubicaba el liceo para los niños nobles y el Palacio Catalina. La cámara de ámbar, que fue robada por los fascistas durante la Segunda Guerra Mundial ha sido recientemente reconstruida y es uno de los mayores orgullos del petersburgués.
Paulovsk, residencia de Pablo I y Konstantinov, en Strelna, son otros de los lugares de ineludible visita.
Pasear por la Avenida Nevsky, degustar los sabores de allí o acudir a uno de los magníficos ballets y óperas son sólo algunos de los placeres de los que podrá ser protagonista en la ciudad.
Hoteles, restaurantes, arte, tiendas y teatros esperan en San Petersburgo para deleitar al ávido viajero con nuevos, paisajes, sabores y aromas.
Lago de los Cisnes - Tchaikovsky