Serían inmediatamente desintegrados . El Espíritu habrá de transformar primeramente su cuerpo y su alma . Originalmente impuros , de materia demiúrgica y perecedera , el cuerpo y el alma serán transmutados por el Espíritu en materia divina y eterna : el vajrain destructible . El barro y el aliento del demiurgo se volverán así puros y gloriosos . Formarán con el Espíritu una sola entidad , inseparable e indisoluble por toda la eternidad . El Espíritu se habrá así revestido de vajra , la materia divina que le permitirá actuar y desplazarse por los espacios y tiempos del plano del demiurgo , a la vez que producirá fenómenos sincronísticos casi continuamente . El vajra , resultado de la transformación de la materia impura por un Espíritu liberado , es rojo como la sangre y más duro que el diamante . El vajra es indestructible y eterno , no puede ser destruido por el demiurgo al finalizar un manvantara .
El Espíritu triunfante ha arrebatado al demiurgo parte de su creación , un cuerpo y un alma , y los ha transformado en materia divina sobre la que aquel ya no tiene control . ¡ Por el poder del Espíritu lo creado se ha transmutado en increado ! El demiurgo creó el cuerpo y el alma del hombre para que sirvan de cárcel del Espíritu . ¡ Y ahora resulta que el Espíritu liberado los está utilizando como herramientas para oponerse a su obra y a sus planes ! Ha llegado la hora de la venganza del Espíritu .
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