La Oropéndola, la revista de divulgación de aves de Costa Rica Vol. 1 núm 1. Junio 2015
CASI LISTOS PARA
ENFRENTAR UN NUEVO
MUNDO LLENO DE
RETOS Y
DIFICULTADES
Texto y fotografías por
JUAN DE DIOS ASTORGA ACUÑA
se les escucha vocalizar, solo producen un tipo
de sonido en forma de gruñido, esta especie
en particular posee un olfato muy limitado, por
lo que utilizan su vista para buscar su alimento
o siguen a otras especies como los Zopilotes
cabeza roja, ya que estos poseen un olfato
sumamente desarrollado, por lo que estos los
conducirán hacia el alimento.
Se reproducen de noviembre a marzo, principalmente anidan en el suelo, huecos en piedras
y árboles muertos, incuban 2 huevos, al nacer
los polluelos lo hacen con un plumón amarillento, 2 meses después adquieren su plumaje negro, aproximadamente a los 11 meses realizan
sus primeros vuelos.
Como dato tal vez no muy común, estos pichones fueron observados en el hueco de un árbol
de la especie (Samanea saman) - Cenízaro,
aproximadamente a 5 metros sobre el nivel
del suelo, en el campus de la UTN sede Atenas.
“Muy curiosos
ante mi presencia, siempre alertas ante un posible peligro. Así
me encontré a estos dos pichones, ya casi listos
para experimentar un mundo lleno de retos y
dificultades, donde la competencia por la alimentación con otros carroñeros será bastante
difícil.”
Es una de las especies más comunes de Costa
Rica, estas aves al igual que los demás carroñeros realizan una tarea sumamente importante en el ecosistema, se encargan de eliminar
todo resto de organismos en descomposición
que estén en el suelo y a la vez contribuyen
con su reciclaje, manteniendo un excelente control sanitario en el ambiente, aparte de que su
principal dieta es la carroña, también se alimentan de algunos animales vivos entre ellos
animales moribundos, a la vez de neonatos de
tortuga a orillas de la costa, siendo uno de sus
mayores depredadores, también pueden comer frutos como bananos y frutos de algunas
palmas, en zonas urbanas es común verlos buscando restos de comida entre la basura, así
como partes de animales sacrificados. Estas
aves como las demás carroñeras poseen potentes jugos gástricos que destruyen cualquier tipo
de bacteria ingerida por medio de su alimentación, bacterias que si son ingeridas por el ser
humano serían letales.
Los zopilotes carecen de siringe por lo que no
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