La muerte del tirano Fidel Castro Suplemento Fidel Castro | Page 14

Fidel Castro, el último representante del Cretácico Al regresar a Nueva York, la inteligencia estadounidense "le lavó el cerebro" para convencerla de que tenía que matar al lider socialista. En 1960 volvió a la isla con unas píldoras de veneno escondidas en un frasco de crema facial. En un libro contaría su intento frustado de asesinarlo: "Sacó la pistola de su funda. Pensé que iba a pegarme un tiro pero me la dio y me preguntó: '¿Has venido a matarme?'. Dio una calada al puro y cerró los ojos. Se mostró vulnerable ante mí porque sabía que no podría hacerlo. Aún me amaba, y yo a él", narró Lorenz, que de niña estuvo encerrada en una campo de concentración y fue violada por un soldado a los siete años. LA CAMARADA REVOLUCIONARIA Celia Sánchez Manduley fue otra mujer importante en la vida del lider socialista. Participó como guerrillera en la lucha armada y tuvo una gran influencia sobre Castro e incluso llegó a ser Secretaria de la Presidencia del Consejo de Ministros de Cuba. En su casa de cuatro plantas tenía una -la última- destinada a Castro. Si bien ya tenía relación con Delia Soto del Valle, Castro no se casó con ella hasta que su camarada murió de un cáncer de pulmón en 1980. Mantuvieron "una relación entrañable" durante tres décadas, aunque jamás confesaron su amor.