Los procesadores
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Otras cosas que quizá sean algo menos importantes pero que no puedo dejar sin citar son la arquitectura y el consumo, que no tienen mucha ciencia. La arquitectura de un procesador ayuda a mejorar las especificaciones de este, ya que cuanto menor es esta, más juntos están los componentes, mayor es la densidad de sus minúsculos transistores de procesamiento y, por lo tanto, tienen una mejor comunicación entre ellos adquiriendo así una mayor velocidad. El otro aspecto que no quiero dejar sin tratar es el consumo, que es el intervalo variable de consumo medido en Watts que tiene un procesador, por supuesto, cuanto menor es este mejor y, si en computadoras personales no importa mucho, en los ordenadores portátiles es un dato absolutamente clave, ya que con un menor consumo realizan el mismo trabajo pero consiguen una mayor optimización de la batería, que dura aún más.
Bueno, ahora que ya he acabado de explicaros la importancia de cada componente, vamos a orientar los diferentes datos a la compra de un nuevo procesador. Lo primero que tenemos que plantearnos es la tarea principal que vamos a desempeñar con nuestro ordenador; en este artículo nos vamos a centrar en tres tareas básicas: tareas básicas de ofimática o de Internet, la utilización del ordenador como consola y el diseño gráfico.
Para lo primero, tareas básicas, necesitaremos un procesador de lo más elemental, prácticamente cualquiera nos valdría y se obtiene un rendimiento muy parecido entre procesadores de mejor y menor calidad en tareas tan sencillas; lo único que tendríamos que valorar en este caso para la elección es un procesador que tenga un consumo bajo (en el caso de un portátil) y/o un precio bajo.
En el segundo caso, la utilización del ordenador como consola, nos tendríamos que fijar más en la tarjeta gráfica y en la memoria RAM que en el procesador, aunque este también es importante, ya que necesitaríamos un procesador que corra a, como mínimo, 2.0Ghz en doble núcleo o 3.2Ghz en núcleo simple, aunque, dejando este requisito imprescindible aparte, para que los juegos rindan aún mejor necesitaremos un potente BUS Frontal (que ronde los 800Mhz estaría bien) y una memoria caché recomendada de más de 4MB; como veis este sería un ordenador muy potente.
Para el tercer uso, el diseño gráfico, necesitaremos un procesador poderoso, de 2.4Ghz en doble núcleo para arriba, con una memoria de caché de 6MB hacia arriba y un BUS Frontal que se aproxime ya a 1Ghz de velocidad, este sería el caso que requeriría más potencia de ordenador, ya que para un óptimo rendimiento también necesitaríamos una memoria RAM superior a 1GB y gráficas NVidia en SLI.