LA LATINOAMÉRICA DEL FÜHRER La Latinoamerica del Fuhrer PDF | Page 22

ANDREA V. VICTORIA CANO De los trances de los legionarios por tumbar al gobierno dio cuenta un informe del FBI. El día acordado era el 31 de Diciembre a la hora del Te Deum (en la madrugada) donde todos estuvieran durmiendo. El primer brote estallaría en Barranquilla, con un corte general de la energía, luego el Ejército se tomaría el cuartel de la policía (de mayoría liberal) y se dedicaría a convencer a sus miembros de los beneficios del derrocamiento. Los revoltosos tenían órdenes de respetar la vida y las propiedades de los extranjeros, excepto la de los judíos. Sin embargo, cuando las cosas parecían salir, por fin, llegó a Barranquilla el sacerdote Jesuita Ángel Ramírez, delegado de la Legión de Bogotá, con la novedad de que debía aplazar el movimiento para el 6 de Enero de 1944, ya que algún infidente había avisado al gobierno de sus planes y propósitos. Tampoco se produjo el 6 de Enero, pues la delación parecía ensañarse en los conjurados. Los proyectos, entonces, cambiaron para el 9 de Febrero. Ese día el Coronel Luis Agudelo llegó de la capital con noticias frescas: había otros grupos, además de la Legión, interesados en sumarse a la revolución: el ex ministro de hacienda, Alfonso Araujo, Carlos Arango Vélez y el General Eduardo Bónitto. También varios jerarcas de la iglesia católica y la Academia Caro. Los nuevos planes fueron interrumpidos por el viaje del presidente a los Estados Unidos, pues corría el rumor insistente de que López se iba para no volver. Pero regresó y, con él en el palacio presidencial, el movimiento recuperó el entusiasmo y revivió la actividad. Ahora, el primer objetivo no sería la empresa eléctrica, ni el cuartel de la policía, sino los teléfonos y la Gobernación del Atlántico. De controlar el aeropuerto de Soledad se encargaría el piloto de Avianca, Alfonso Cuellar, Nazi confeso. Una vez prendiera la revuelta en Barranquilla, las legiones del resto del país procederían con sus planes. De nuevo la adversidad cayó sobre los confabulados, pues el 9 de Febrero Laureano Gómez fue enviado a prisión en Bogotá, porq ue, desde (El Siglo), había acusado al ministro de gobierno, Alberto Lleras Camargo, de interferir en la investigación judicial relacionada con el asesinato de Mamatoco (Francisco A. Pérez periodista y boxeador). Los legionarios interpretaron el hecho como una provocación oficial para obligarlos a ejecutar sus planes, así se citaron a