ANDREA V. VICTORIA CANO
El primer complot contra el presidente Santos empezó a gestarse en mayo de 1941, de acuerdo con cinco cuadernos encontrados a un suboficial del batallón de guardia presidencial que formaban un diario detallado de las actividades del movimiento y que fue descubierto por el departamento de información del Estado mayor general de las fuerzas militares.
Según el ministro del gobierno, José Joaquín Castro Martínez quien rindió un informe al senado, en el golpe estuvieron involucrados no solo once suboficiales de la guardia presidencial, sino también cerca de doscientos miembros del ejército y numerosos elementos civiles. Supo también el ministro Castro que había encontrado propaganda Nazi en los sitios de reunión y un testigo confeso de su participación dentro del movimiento confesó, que la fotografía de Laureano Gómez colgaba de las paredes donde se reunían los conjurados; la misma fuente agregó que el jefe del conservatismo sería el dictador una vez eliminado del gobierno. Sobre este incidente el embajador Norteamericano en Bogotá, Spruille Braden, escribió:‘ Hitler está desesperado por incrementar las actividades Nazis hasta el punto de provocar golpes de Estado, con el fin de distraer la atención de los Estados Unidos hacía países suramericanos, en lugar de concentrarse en su ayuda a Inglaterra, la situación en Colombia no es estable y creo que empeorará’.
La idea de que el ala Laureanista del partido conservador se filtrara por las doctrinas totalitarias del Eje amenazaba golpear la democracia colombiana, era objeto de preocupación de los liberales. Ya en Diciembre de 1940, José Umaña Bernal, político, poeta y amigo personal de López Pumarejo, le había confiado a Vernon Fluharty, quien además de ser su vecino, era el tercer secretario de la embajada norteamericana:‘ Estoy absolutamente convencido de que habrá un intento conservador Nazi de llegar al poder a través de un golpe de Estado o revolución. No puedo darle datos concretos, pero como político que sabe de lo que habla, estamos convencidos de que el partido conservador cuenta con la promesa de una ayuda Nazi’.
Umaña Bernal no exageraba, y fue el presidente López Pumarejo a quien toco cargar con la cruz de la constante amenaza de derrocamiento. En Julio de 1943, el FBI informó a su jefe J. Edgar Hoover en Washington:‘ El movimiento responsable de la revolución se conoce como Organización Nacional. Está integrado por oficiales del Ejército y la Marina, sacerdotes, abogados, prominentes personalidades y una masa de seguidores de todas las clases sociales. El objeto del movimiento es iniciar una revolución en diferentes