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LATINOAMÉRICA DEL FÜHRER
Braun acudió por primera vez a un
congreso del partido Nazi en
Núremberg en 1925 como parte del
equipo de Hoffmann. Hitler quería
cultivar una imagen impecable ante
sus súbditos, y como no se
encontraba legalmente casado no
quiso plantear abiertamente otro tipo
de relación con Eva Braun. Hitler
planteó la situación de esta manera:
-‘Eva es demasiado joven e
inexperta para ser la primera dama,
pero cuando termine la guerra no habrá ni un solo uniforme en mi casa que
recuerde la guerra, me casaré con Eva y me retiraré a Linz’.
Ella nunca tuvo permiso para intervenir en conversaciones políticas o de
negocios y debía abandonar la habitación cuando estaban presentes los
Ministros del gobierno u otros altos dignatarios, esto la eximia de cualquier
responsabilidad.
Pero en la intimidad Hitler era un hombre tierno, con
muy buen sentido del humor, y con un trato muy
especial y condescendiente y respetuoso hacia ella,
según decían los más allegados a los Hitler.
Sus aficiones eran el deporte, la música y el cine, y
todos los historiadores coinciden en que llevó una
existencia protegida y privilegiada, sin ningún interés en
la política. A diferencia de Hitler que no tenía interés
alguno en los deportes o juegos de ningún tipo, nunca
hizo ejercicio excepto por caminatas ocasionales.
Toda la familia de Braun sobrevivió a la guerra. Su
madre Franziska vivió en una vieja granja de Ruhpolding, Baviera y murió en
Enero de 1976 a los noventa y seis años de edad.
Su padre Fritz había muerto en 1964. Su hermana Gretl tuvo una hija el 5 de
Mayo de 1945 y la bautizó Eva, después contrajo matrimonio con Kurt
Beringhoff; un hombre de negocios, murió en 1987. La hermana mayor de Eva,
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