LATINOAMÉRICA DEL FÜHRER
La Cruz Roja Internacional( ICRC, por sus siglas en inglés) aplicó con éxito la convención militar de Ginebra, 1929, con el fin de obtener acceso a los internados civiles en Europa central y occidental por las autoridades alemanas. Por el contrario, el ICRC no pudo ganar ningún acceso a la Unión Soviética, que había fallado en ratificar la convención. Los millones de internados civiles y militares en poder de las URSS, cuyas condiciones se sabe que fueron por mucho, las peores, estaban completamente aislados de cualquier contacto o supervisión internacional.
El informe de la Cruz Roja es de valor, ya que primero aclara las circunstancias legítimas en las que los judíos fueron detenidos en los campos de concentración, es decir, como extranjeros enemigos.
En la descripción de las dos categorías de internados civiles, el informe distingue al segundo tipo como:
“ Civiles deportados por motivos administrativos( en alemán“ Schutzhaftllinge”) que fueron detenidos por motivos políticos o raciales debido a que su presencia se consideraba un peligro para el Estado o las fuerzas de ocupación”.( Vol. 111. p. 73).
El informe admite que los alemanes estaban en un principio reacios a facilitar la vigilancia de la Cruz Roja de las personas detenidas por motivos relacionados con la seguridad, pero en la última parte de 1942, el ICRC obtuvo concesiones importantes de parte de Alemania. Se les permitió distribuir paquetes de alimentos a los principales campos de concentración de Alemania a partir de 1942, y a“ partir de Febrero de 1943 en adelante esta concesión se amplió a todos los demás campos y prisiones”( Vol. 111, p. 78). El ICRC pronto estableció contacto con los comandantes de los campos y puso en marcha un programa de ayuda alimentaria que continuó funcionando hasta los últimos meses de 1945, las cartas de agradecimiento venían llegando de los internados judíos.
Los destinatarios de la Cruz Roja eran judíos.
El informe señala que:“ Nada menos que noventa mil paquetes eran envasados diariamente. Desde el otoño de 1943 hasta Mayo de 1945, alrededor de mil ciento doce millones de paquetes con un peso total de cuatro mil quinientas toneladas fueron enviados a los campos de concentración”.( Vol. 111. P. 80).
59