LATINOAMÉRICA DEL FÜHRER
Walter Schmidt 1917-2000
Pocos años después regreso mi padre, y no se volvió a mencionar una palabra al respecto, lo importante era saber que mi padre sintió tranquilidad al tenernos en esa zona del país.
Es domingo, día familiar para los Schmidt. Desde hace unos días mi padre había planeado con Klaus( un buen amigo de mi padre y colega político) y su familia ir a almorzar a Fusagasugá. Klaus era su nombre abreviado pero en realidad su nombre completo era Nikolaus Barbie, encontrándose en servicio activo militar.
Klaus era un hombre delgado, con poco pelo, algo decolorado y ojos claros. Vestía una camisa de manga corta a cuadros y pantalón de pana café.
Tras dos horas en carro, el frio bogotano le dio paso al calor húmedo de esa zona. Al ver un letrero que anunciaba Fusagasugá a ocho kilómetros dijo:-“ Según las coordenadas y las indicaciones el hotel queda a las afueras del pueblo, en la vía a Girardot”. Pero no encontramos el hotel. Opte por preguntarle a cuanta persona de edad veía por las calles, creyendo que alguien recordaría la historia, pero nadie sabía nada. Klaus se veía muy tranquilo y sonriente.
Nos detuvimos nuevamente en el asadero de pollo“ La Mechita” y desesperado mi padre preguntó al encargado donde quedaba el Hotel Sabaneta. –“¿ El de los alemanes?” contestó una mesera y nos dio una referencia:-“ Siga por la avenida, y gire hasta llegar a la ferretería más próxima”, recuerdo que mi padre entendía y sabía hablar un poco de español. La reunión se dio con mucha naturalidad, duro mucho menos de una hora, se habían reunido cinco hombres en total quienes después se dirigieron a un terreno baldío en construcción, lo que daría forma a los campos de concentración de Fusagasugá. Después de la reunión Klaus partió hacia Bolivia.
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