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LATINOAMÉRICA DEL FÜHRER
toma prestados de los que la sociedad te ofrece, por lo que su conducta será distinta a la de los demás).
Crea valores:( los valores morales no existen en un mundo transcendente, son invenciones de los seres humanos; pero no todos los hombres los crean, muchos, la mayoría se encuentran en los valores ya creados por otros, siguen las modas, los estilos vitales vigentes; el primer rasgo del Súper Hombre es precisamente éste: inventa las normas morales a las que él mismo se somete; pero éste rasgo no es suficiente para definir al Súper Hombre; pues no vale que cree o invente cualquier valor, además de crear valores que sean fieles del mundo de la vida y que le permitan expresar adecuadamente su peculiaridad, su propia personalidad y riqueza).
Vive en la finitud:( no cree en ninguna realidad transcendente, ni en dios ni en un destino privilegiado para los seres humanos, una raza, una nación, o un grupo, no cree que la vida tenga sentido, como no sea que el mismo le ha dado; acepta la vida en su limitación, no se oculta de las dimensiones terribles de la existencia: el sufrimiento, la enfermedad, la muerte. Es dionisiaco).
Le gusta el riesgo:( ama la exuberancia de la vida, le gusta desarrollar en él mismo y en los demás aquello que le es más propio, no tiene miedo a la diferencia).
Ama la inmensidad de la vida:( la alegría, el entusiasmo, la salud, el amor sexual, la belleza corporal y espiritual; puede ser magnánimo, generoso como una muestra de la riqueza de su voluntad).
En conclusión:( el Súper Hombre es la afirmación energética de la vida y el creador y dueño de sí mismo y de su vida, es un espíritu libre).“ Escuchad y os diré lo que es el Súper Hombre. El Súper Hombre es el sentido de la tierra. Que vuestra voluntad diga: sea el Súper Hombre es el sentido de la tierra. ¡ Yo os conjuro, hermanos míos, a que permanezcáis fieles al sentido de la tierra y no prestéis fe a los que os hablan de esperanzas ultraterrenas! Son destiladores de veneno, consientes o inconscientes. Son despreciados de la vida; llevan dentro de sí el germen de la muerte y están ellos mismos envenenados. La tierra, está cansada de ellos: ¡ Muéranse pues de una vez!”( Así habló Zaratustra).
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