LA LADRONA DE LIBROS La ladrona de libros | Page 363

Markus Zusak La ladrona de libros Sentada a la mesa de la cocina, Liesel se preguntó durante un buen rato en qué parte del bosque de ahí fuera estaría Max Vandenburg. La luz se apagaba a su alrededor. Se quedó dormida. Rosa la obligó a irse a la cama y Liesel le obedeció, con el cuaderno de dibujo de Max apretado contra el pecho. Horas después, cuando despertó, la respuesta acudió a ella. —Claro, ya sé dónde está —susurró. Y volvió a dormirse. Soñó con el árbol. 363