LLUEVEN DESEOS
Empiezo a rugir en el mar de la desgracia,
nuestras almas heladas vuelven a aparecer
y yo sigo pensando en ti,
en todas esas sonrisas.
En todos esos momentos que me regalaste,
con esos abrazos que me ayudaban a ser yo mismo.
Esos días de alegría que compartíamos
se fueron convirtiendo en horribles pesadillas.
No se que fue lo que pasó
pero ya nada es lo mismo sin ti.
Los abrazos se convirtieron en terribles truenos,
y las alegrías en lágrimas, no sé que pudo pasar.
Y AHORA LLUEVEN DESEOS Y NADA ES IGUAL
Daniela Cosgaya
Alba Muñoz
Diego Martín
Hugo Martín
Darius Sofronescu