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Introducción
¿Debemos los padres fomentar su uso temprano en casa? ¿Sabemosrealmente cómo influye la exposición a estas tecnologías en el desarrollo cerebral de nuestros hijos?
Desde el punto de vista de la neurociencia, todavía no comprendemos en su totalidad el impacto que las nuevas tecnologías, las que han aparecido en los últimos años, pueden tener en el cerebro de los niños. Sin embargo, las evidencias que estamos obteniendo hasta la fecha son contundentes. Por el momento sabemos que un mayor tiempo de exposición a estos dispositivos (tablets, smartphones, videojuegos y TV) está relacionado con mayores índices de miopía, déficit de atención, obesidad y depresión infantil. Según los datos que estamos conociendo la exposición temprana o prolongada a estos dispositivos puede afectar la maduración de distintas estructuras y funciones del cerebro en desarrollo.
Por ejemplo, durante los primeros años de vida el cerebro del niño debe comenzar a dominar su concentración. A los pocos meses de edad sólo es capaz de fijar la atención en objetos que se mueven, tiene luces o hacen ruidos como por ejemplo, un sonajero o su madre que se asoma a la cuna. Poco a poco comienza a fijarse en objetos inertes como su muñeco favorito. A medida que se va haciendo mayor es capaz de tener un mayor autocontrol, hasta el punto de ser capaz de concentrarse incluso en aquellas cosas que le resultan menos interesantes como un profesor que no es demasiado ameno o un libro que tenga que estudiar. Mientras el niño va teniendo un dominio cada vez mayor de su atención la parte frontal de su cerebro se va desarrollando permitiéndole también ser más resistente ante otras frustraciones de la vida; toda una garantía de felicidad.