Sergio y Dorita, abuelos de Facu
Berta, bobe de Joaco Band
Querido Fac: Estamos muy felices como abuelos que hoy recibas tu Sidur,
parece ayer que estabas ingresando al mundo del judaísmo con tu Brit
Milá de la mano de tu familia y de las personas que te van a amar siempre.
Y hoy ya estas más grande, con más responsabilidades, emocionado, orgulloso de tocar el shofar en Iom Kipur, y esperando ansioso una fecha de
bar Mitzvá.
Estamos muy felices que disfrutes de tus orígenes y que puedas continuar
con la historia. Deseamos toda la felicidad que puedas tener y más. Siempre junto a gente que te quiere.
Me contaba la mama de Natalio, el Zeide de Joaco, como fue la historia
de su llegada a la Argentina. Se despidieron de los hermanos en Europa
porque todos no podían venir a la Argentina, sabiendo que seguramente
no volverían a verse nunca más. Llegaron a Entre Ríos y les dieron solo
unas tierras adonde había un galpón que tenía solamente medio techo.
Algunos dormían mirando las estrellas del lado sin techar. Las tierras
que tenían la trabajaban también con otras personas que venían de Europa. Llego el primer Shabat y se dieron cuenta que no tenían nada para
festejarlo. Entonces, uno usando unas sabanas blancas lo convirtió en un
mantel para cubrir la mesa, otro utilizo un jarrón para hacer una copa de
Kidush y del pueblo trajeron harina para cocinar Jalot. Por la mañana se
dieron cuenta que para rezar no tenían Torá. Aun así se juntaron a rezar.
Después de tres meses mandaron de Buenos Aires un Rabino, quien traía
en su carreta Sidurim y Jumashin. Aun antes de tener las casas hechas,
decidieron hacer en las tierras un templo para poder rezar.
Relato de nuestros abuelos
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