se discute si dicha cobertura constituyó la causa principal de la creciente oposición por parte de la opinión pública occidental hacia la intervención estadounidense.
Las tres primeras etapas se distinguieron por transcurrir sin la formación de las tradicionales líneas de frente, donde proliferaron acciones terroristas y la guerra de guerrillas, frente a las misiones de «búsqueda y destrucción», el uso de bombardeos masivos y el empleo extensivo de armas químicas por parte de los Estados Unidos. La última fase fue una guerra convencional. Pero el fin de la contienda solo resultó una pausa en los enfrentamientos de Indochina. Después se producirían las invasiones de Camboya y Laos por Vietnam y de este por China. Por el contrario, Estados Unidos vivió un repliegue de la política exterior.
La cobertura realizada por los medios de comunicación fue permanente, estando considerado como el primer conflicto televisado de la historia. Esto permitió la denuncia de las frecuentes violaciones y abusos contra los derechos humanos cometidos por los dos bandos.
Esta oposición y el hecho de ser la única derrota militar de los Estados Unidos en el siglo XX, creó un sentimiento de mala conciencia en el pueblo estadounidense ante una guerra considerada injusta, el llamado síndrome de Vietnam. El síndrome dio paso a un movimiento pacifista y se prolongó hasta los años 1980, durante el mandato de Ronald Reagan.30 La guerra de Vietnam se convirtió en un icono, perdurado en la actualidad, de los grupos sociales y partidos de izquierda en gran parte del mundo.
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