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Y acá no tenemos dudas: la escuela pública es la que en este querido Normal 7 nos enseñaron a querer y defender de los ataques de un Gobierno de la Ciudad que la viene vaciando hace más de diez años, cuando asumió el proyecto del pro. ¿Docentes hablando de política? Desde que entramos por primera vez acá nos enseñaron que no hay forma de separar la palabra política de la educación, porque la educación es intrínsecamente política. Y así como nos enseñaron docentes y compañeres de cursada antes, durante y después de nosotres, seguiremos dando estas luchas de forma colectiva, organizándonos en los Centros de estudiantes, en las escuelas, en los sindicatos. Contra toda política vaciadora que te aísla en tu aula y tu cansancio, salimos a tejer redes.
Vimos cómo nuestres docentes trabajan horas que no son reconocidas. Y ahora como colegas compartimos la invisibilización y precarización de nuestro trabajo: el trabajo nunca termina, como muchos creen, cuando despedimos a les estudiantes en la puerta de la escuela. Nosotres seguimos en casa, día de semana, fin de semana, corrigiendo pruebas, armando planificaciones, informes, reuniones con familas, evaluaciones. Eso que llaman vocación es trabajo no pago.
“Señorita”/ “Profesor”. Si nuestra profesión está formada por un 90% de mujeres, ¿por qué las conducciones siguen siendo mayoritariamente de varones? Nosotres, estos maestres, hablamos con la e y nos plantamos: lo que no se nombra, no existe Necesitamos el cumplimiento de la ley de Educación Sexual Integral. Ya no nos alcanza con maestros y maestras. Necesitamos esa e para que entren en la escuela las lesbianas, los putos, las travas, les trans, les no binaries. Que entren todes y que nadie se quede afuera.
Somos profesionales de la educación, somos trabajadores, somos egresades de uno de los 29 institutos de formación docente de la Ciudad de Buenos Aires. Sin dudas es importante seguir transformando y jerarquizando nuestros profesorados, pero no será poniéndoles la careta de la Universidad para ajustarlos y vaciarlos. La UniCABA no es un proyecto de jerarquización sino que esconde las peores recetas del neoliberalismo. Calidad, ranking, evaluación, innovación, virtualidad, son algunos de los ingredientes ya conocidos de esta cocina.
Nosotras y nosotros elegimos nuestra carrera porque la entendemos transformadora; crear desde el hoy la educación que queremos para el mañana. Porque sabemos que la tarea de educar implica la gran responsabilidad de construir futuro, y por lo tanto de pensar cuál es el futuro que queremos. No vamos a permitir que nos impongan desde arriba ninguna reforma, llegó el momento de construir soberanía educativa.